Jess Michaels - Las Hermanas Albright 01 - Todo Lo Prohibido, novelas romanticas

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//-->El Club de las ExcomulgadasAgradecimientosAl Staff Excomulgado: a Nelly Vanessa por laTraducción Libro, a Alesita, Lelilu, Oty y Taratup porla Corrección, a Mdf30 y Dannen por La Corrección deLa Traducción, a AnaE por la Diagramación y DeNuevo a Dannen por la Lectura Final de este Libropara el Club de Las Excomulgadas…A las Chicas del Club de Las Excomulgadas, que nosacompañaron en cada capítulo, y a Nuestras Lectorasque nos acompañaron y nos acompañan siempre. ATodas….Gracias!!!Jess Michaels –Todo Lo Prohibido – Las Hermanas Albright I2El Club de las ExcomulgadasArgumentoPor veranos Miranda Albright ha visto horrorizada pero vergonzosamente excitadacomo su malvado vecino Ethan Hamon, el famoso conde de Rothschild,"entretiene" a una sucesión de amantes en su propiedad. Ahora que su padre hafallecido, dejando atrás una montaña de deudas, Miranda debe hacer loimpensable. A causa de eso Ethan se ha comprometido a patrocinar a sus hermanasmenores, financiera y socialmente, a un precio escandalosamente caro: Mirandadebe ofrecerse a él por entero durante tres meses completos, sin remordimientos yNoventa días y noches de sensualidad desenfrenada le esperaban en los brazos deun pícaro que veía su sumisión nada más que como un gran juego erótico. Pero niMiranda ni Ethan se dieron cuenta del fuego ardiente detrás de su inocente rubor.Y una vez que su pasión fue desatada por sus labios y su toque, es la estudiante laque va a instruye al maestro en los caminos del placer prohibido… y el amor.3Jess Michaels –Todo Lo Prohibido – Las Hermanas Albright Isin restricciones.El Club de las ExcomulgadasPrólogo1814"¿Oslo?"Miranda Albright se escondió debajo de una rama, y las ramitas golpeando su caramientras trataba de calmarse. La frustración burbujeaba en su interior, amenazandocon desbordarse y raspar su último hilo de control. El impulso de arrojarse al mediodel bosque, y tener una rabieta infantil era casi abrumador."¡Oslo!" siseó por segunda vez, esta vez con los dientes apretados.Ningún perro apareció milagrosamente."Maldito animal", murmuró mientras pasaba por encima de un tronco caído y sealejaba de las ramas enmarañadas de los árboles.Ha estado siguiendo al perro de su madre, desde que se escapo de su cuidado, en loque parecían horas. A la velocidad que sus cortas piernas podían llevarlo, bienpodrían estar en el condado vecino ahora.O por lo menos, en la propiedad de su vecino.Justo cuando el pensamiento cruzaba por su mente, escuchó una risa baja,masculina haciéndose eco en las inmediaciones. Al instante, se detuvo y miróalrededor para determinar su origen. La escuchó de nuevo, esta vez ronca.En realidad, era su vecino, se dio cuenta con un salto. Oyó hablar de la risa delconde Rothschild antes y era sin duda él. Morboso, como si tuviera un secreto quenunca compartiría con ella. Era una risa de burla, una risa burlona.En silencio, se movió hacia el sonido. Todo lo que podía esperar era que el malditoPomerania1de su madre no hubiese interrumpido al hombre durante sus1ElPomerania(oSpitz enano alemán,oLulú de Pomerania)es un perro de la familia Spitz, que recibe su nombre de la4Jess Michaels –Todo Lo Prohibido – Las Hermanas Albright IEl Club de las Excomulgadasentretenimientos de la tarde. Sólo se había reunido con él algunas veces, sobre todoen reuniones del campo con sus padres, pero nunca le pareció un hombre de muchapaciencia. Sólo por la forma en que se manejaba, la forma en que miraba a losdemás, estaba claro que estaba acostumbrado a conseguir lo que quería, cuando loquería.Ciertamente, Rothschild nunca pareció ser la clase de hombre que apreciaría aldiablo disfrazado de piel suave anaranjada y esponjosa que corriera a través de sumanta de picnic. Estaba segura escucharía un sonido suyo y de sus compañeros sisus peores imaginaciones resultaban ciertas.Preparada para una severa reprimenda, se metió en un área donde los árbolesestaban dispersos y miró en dirección en que la voz provenía. Lo que vio la heló ensu lugar, aflojándole la mandíbula.Había asumido que encontraría al conde con un grupo de amigos, pescando en lalaguna, tal vez, o compartiendo el almuerzo. Cualquier clase de diversión normalque podría esperar con el buen tiempo del verano.En su lugar, lo que veía era un tipo muy diferente de entretenimiento. Lo que lasviudas y mujeres casadas hablaban en voz baja, en secreto, pero aún no lo habíancompartido con ella, diciéndole que su momento iba a llegar muy pronto. Unaactividad de la que su madre prometió hablar con Miranda solo cuando estuvierapreparando su noche de bodas.Pero esto no era la noche de bodas de Miranda. Y, sin embargo no podía apartar lamirada. Allí, justo al aire libre para que todos lo vieran, estaba el apuesto conde deRothschild, y junto a una mujer.Había tantas cosas en la escena que chocaron con ella, que Miranda no estuvosegura de por dónde empezar. Por un lado, Rothschild estaba sin camisa. Oh, habíavisto a hombres sin camisa antes, a pesar de los intentos de su madre de escudarla.A veces los trabajadores del campo estaban sin ellas y Miranda vislumbrabaregión de Pomerania Central, en Alemania oriental, y se clasifica como perro "toy" por su pequeño tamaño5Jess Michaels –Todo Lo Prohibido – Las Hermanas Albright I [ Pobierz całość w formacie PDF ]

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